Hay un sinfín de memes en Instagram sobre el equilibrio en temas de salud. Ya sabes, eso de ir al gimnasio y zamparte una hamburguesa de vuelta a casa. O darle un sorbito a un batido de chocolate mientras subes en ascensor.

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Alyssa Cohen, nutricionista de Nueva York y fundadora del blog Fuel My Fit, dice que su regla número uno para perder peso es el equilibrio. Es decir: "cada vez que quieras comerte un capricho, acompáñalo de algo que sepas que es bueno para ti", dice Cohen.

Pongamos que tu comida favorita es la pizza. No tienes que renunciar a ella para siempre (¡horror!). En lugar de eso, limítate a una o dos porciones, bien cargadas de verduras y acompañadas de una ensalada.

La clave es no limitarte hasta al punto de prohibirte ciertos alimentos. "Cuanto más te prohíbas algo, más te apetecerá", dice Cohen. Entonces, cuando finalmente recompensas tu "buen comportamiento", te arriesgas a pasarte (como zamparte el paquete entero de Oreos en vez de comerte solo dos o tres galletas).

"Es importante parar un momento y darse cuenta de que la comida está ahí como una opción", dice Cohen. A veces, si te das el permiso de comer algo específico cuando te apetece, te ahorras los antojos apremiantes que aparecen con las dietas excesivamente restrictivas, lo que puede acabar en patrones alimentarios nada sanos y en el efecto rebote.

A Cohen tampoco le hacen mucha gracia los "días de trampa", de saltarse la dieta: "Personalmente no soy muy partidaria de portarte bien toda la semana y luego saltarte la dieta un día a lo grande. Si quieres darte un caprichito cada día, hazlo", dice. Si lo haces así, a menudo, no te hará falta saltarte ningún día.

Por supuesto, nos dice que algunos caprichos son mejores que otros. "Procuro que todos los alimentos (hasta los caprichos) sean lo menos procesados posible. Por ejemplo, me puedo comer una onza de chocolate negro con manteca de cacahuete", dice.

Aunque también reconoce tener debilidad por algunos alimentos más procesados: "Si alguien me dijera que no puedo volver a comer helado, pensaría que está loco de remate", añade.

"Los caprichos y los aperitivos no deben ser tus fuentes de calorías o combustible principal", dice Cohen. "El helado no es para llenarme, sino para darle un toque especial a la comida".

Así que, básicamente, "si te apetece una galleta, cómetela", dice Cohen, "pero acompáñala de unas rodajas de manzana o frutos rojos; de esa manera, comerás algo que te apetece y algo que es sano. Porque, a fin de cuentas, lo importante es la dieta en general y no los caprichitos por aquí y por allá; todo es cuestión de equilibrio.

Vía: Women's Health. Traducción: blarlo.com